martes, 23 de agosto de 2011

Fotoperiodismo: antes y después

Ayer estuve en la Muestra de Fotoperiodismo organizada por la Asociación Argentina de Reporteros Gráficos (ARGRA) en el Palais de Glace. Los acontecimientos más significativos de 2010, contados en 260 fotos. Un laburo realmente muy copado.

Sin embargo, investigando un poco sobre la historia de esta exposición, me encontré con datos no menores que inmediatamente cambiaron mi visión sobre el asunto.

- La primera edición se realizó en plena dictadura militar, de forma clandestina.
- Se exhibieron fotos evidenciando la represión del régimen de esos años que la mayoría de los medios de comunicación se encargaban de ocultar.
- Los organizadores fueron amenazados.

Triste y admirable. Pero bueno, ahora "gracias a Dios", todo esto ha quedado en la historia, y la democracia y su libertad de expresión han habilitado la posibilidad de exhibir, denunciar, mostrar todo aquello que se nos dé la gana.

Por un lado sí. No hay duda que la dictadura fue el sistema que más violó las libertades de los individuos... pero ahora yo retruco: ¿qué fue lo que pasó para que una muestra que nació de forma clandestina, ahora se esté llevando a cabo en el Palais de Glace, uno de los más grandes exponentes de la Cultura con mayúscula, donde se respetan cánones previamente establecidos, donde se expone el arte más "institucionalizado" de todos?

Digo, ¿hasta qué punto se mantiene la esencia? En el mismo momento en el que la ideología dominante captura el fenómeno cultural, ¿no elimina al mismo tiempo cualquier carácter rebelde, vanguardista, contracultural y de denuncia que éste pretenda tener?

En la muestra hay fotos que, a simple vista, parecen cuestionar el sistema: policías reprimiendo civiles, pobreza en Haití luego del terremoto, crimen de Mariano Ferreyra, juicio a Videla... Pero todo eso cobra otro sentido si entendemos que la institucionalización de las movidas contraculturales automáticamente neutraliza la crítica 'revolucionaria'. Yo pienso: ¿no será que el control se está ejerciendo también en el acto de decidir mostrar (o no) este tipo de arte? ¿Quién define cuándo, por cuánto tiempo, dónde, qué fotos se exhiben? ¿Dónde está, verdaderamente, la 'libertad' de la que se jacta el sistema democrático, entonces? Y además... ¿cómo, una exposición publicitada por todos los medios de comunicación encargados de mantener el statu quo, puede representar una forma alternativa de ver la realidad?

La Muestra es una selección de 260 fotos de una selección de momentos de 2010. Selecciones que, desde mi punto de vista, no son azarosas, no responden a un criterio universal, sino que calculan y son conscientes de que aquello que exhiben, siga manteniendo la hegemonía (esa que ejerce continuamente  la ideología dominante y que se instala en el sentido común de las personas para tornarla incuestionable).

Esta Muestra está buena para repensar un poco a qué llamamos "contrahegemónico" y observar cómo el sistema actúa captando todo fenómeno cultural que pueda resultar amenazante para convertirlo en un vehículo más de su ideología.

Eso nomás.

Igual, nada, vayan a la Muestra, que está buena y es gratis.

1 comentario: