domingo, 13 de mayo de 2012

Irrevolution

Voy a pensar seriamente si con este post no inauguro una nueva etiqueta con el nombre "Desenmascarando a la cultura hegemónica", que sirva para demostrar cómo algunas manifestaciones socioculturales, lejos de ser revolucionarias y/o subalternas, sólo contribuyen a reforzar las bases que sostienen el sistema.

Es que sí. Después de escuchar atentamente el tema Revolution, de Los Beatles, y de reparar en su letra, me he dado cuenta de que, al igual que el noviazgo, es altamente funcional a la derecha.

El problema es que engaña, porque desde el título parecería que se trata de una canción de protesta, de crítica social. De una búsqueda de un sistema alternativo, diferente, superador. Básicamente de la revolución, como medio para transformar el orden establecido, ya sea político, social, económico, cultural, o todo eso junto. No sé, mínimo, que proponga poner en crisis algo.

Pero no. Esta vez John Lennon se pone la gorra y, en medio de los levantamientos de 1968, saca un tema que no sólo subestima los intentos revolucionarios sino que también ningunea y delira a quienes los protagonizan. Pero igual, no me malentiendan. Una vez un filósofo que no me acuerdo el nombre dijo que la obra siempre es mucho más que el artista y que por eso, responsabilizar al autor de lo que su creación genera es tan inútil como incorrecto. Y más si no está para defenderse. Así que, beatlemaníacos, no me salten a la yugular, no está entre mis objetivos analizar con qué intenciones el tipo escribió la canción, sino más bien, pensar qué es lo que se puede leer de la obra terminada y puesta en circulación.

Vamos a repasar algunos extractos de la letra, traducida, porque este blog es PARA TODOS.

"Vos decís que querés una revolución. Bueno, vos sabés...Todos queremos cambiar el mundo"
Bueno, mirá hermano, mentira. Es mentira que todos queremos cambiar el mundo. Ojalá fuera así, ¿no? Ojalá para la mayoría el mundo fuera un espacio que precisara una transformación. La realidad es que no. Lamentablemente, no. Es más: en general, el ser humano piensa, crece, se relaciona, fantasea y se reproduce en torno a las posibilidades que "el mundo" (o el sistema) le brinda. Lo demás es delirio, o bien, comunismo.

"Vos decís que tenés la verdadera solución. Bueno, vos sabés... ¡A todos nos encantaría ver tu plan!"
Aaah, mirá. Acá no nos conformamos con hacernos los vivos, sino que también desarticulamos cualquier intención por cambiar las cosas. En estos versos hay dos cuestiones fuertemente presentes: por un lado, la desmotivación del sujeto revolucionario y por el otro, el acento en las dificultades del asunto. Algo así como: "Dale, mirá que una cosa es hablar y otra hacer, flaco...", y como vos ya chamuyaron varios ("y así les fue", habría que agregar)

"Decís que vas a cambiar la Constitución. Bien, sabés, a todos nos encantaría cambiar tu cabeza"
Ok, si lo tenés, igual tu plan es una mierda. Algo semejante a eso parece dejar entrever esta parte del tema, que piensa ineficaz un camino válido: la transformación del sistema por las vías institucionales. Quizá para que emerja un nuevo orden social, primero hay que reformar lo establecido. Qué se yo, puede ser. Independientemente de si eso es o no pertinente, nada justifica que alguien quiera modificar la mentalidad del otro. Y no generalices. No a todos nos encantaría.

"Me decís que es la institución. Pero sabés...Deberías, mejor, liberar tu mente"
¡Claro que es la institución, pelotudo! Así pero en francés, se expresaría Michel Foucault si escuchara estos versos, y agregaría que sólo deshaciéndonos de las instituciones podremos "liberar nuestras mentes" (y nuestros cuerpos, claro). Pero no, esto es más Claudio María Domínguez, más Bernardo Stamateas. La felicidad está en tu interior, debes encontrarla. No, el sistema no te oprime si no quieres que lo haga. Y toda esa manga de pelotudeces. Señores, no, que no les vendan gato por liebre ni Goliat por Coca-Cola: sólo la revolución (o bien, pensar en que ésta puede ser posible) puede liberarnos.

"¿No sabés que va a estar todo bien?"
"Todo bien". Esas dos palabras que se repiten varias veces durante la canción funcionan como eje del mensaje despolitizador y deshistorizador que se detenta. Si todo va a estar bien, ¿para qué enroscarse? Sólo se trata de vivir, esa es la historia, muchachos.

Bueno, ya. Como ven, algunas manifestaciones socioculturales esconden mensajes tan siniestros como este y se adentran en nuestra cotidianidad hasta volverse legítimos. Lennon te amo, pero cuidado: cuando se coarta el pensamiento revolucionario se corre el riesgo de coartar, finalmente, el pensamiento por completo.

3 comentarios:

  1. Es sugestivo el análisis, no había reparado en el contexto al que aludía la canción. No hay que perder de vista que Lennon era un pacifista, la letra apunta a la forma que tomaban las diferentes luchas políticas en esos años. Discutir cuál era la correcta, a la luz de los resultados, ya es otra historia.

    ResponderEliminar
  2. Creo que el cambio mental y el institucional tienen que ir juntos.

    ResponderEliminar
  3. El Perro Sabio18 mayo, 2012 12:26

    Lennon además era heroinómano y la fajaba a la primer mujer...

    Como decía una profesora mía del secundario: Para ser hippie antes hay que ser millonario.

    ResponderEliminar