Cosas que me hacen pensar II

(si quieren seguir pensando, hagan clic más abajo, en el link de Liniers)

Sardinario II

sin vida.

1.  adj. Dícese de la persona que llama a la radio para responder a la consigna "¿El diario íntimo de quién te morís por leer?". Se agrava cuando la respuesta se acerca a: "El de Marcelo Tinelli. Me encantaría saber las partes ocultas de todas las historias del programa".

Llamado

ilusión,

efímera, frágil, inocente.
refugio de cobarde,
esperanza de pobre;
ama de mis noches de insomnio.
dueña de mi pasado;
culpable de mi presente.

quien ahora seas y donde quiera que estés:

te extraño.

Se llama Luciano...

..pero le dicen Lucio, y es un tipo muy especial.

Lamentablemente lo conozco hace poco, y digo "lamentablemente" porque es de esas personas con las que no hace falta intercambiar más de dos palabras para decir: ¡¿dónde estuviste todo este tiempo?!

No me llevó mucho rato darme cuenta de que Lucio no era como el resto de los habitantes de este planeta. Mientras comíamos un asado, fue una frase, una simple combinación de palabras la que activó mi atención y me obligó a centrarla en él.

"Me hice bola", dijo.

Tres segundos fueron suficientes para que yo experimente uno de esos flash-backs de las series yanquis, en los que una situación del pasado se vuelve increiblemente real: me vi a mí, tomando un Nesquick y sentí el sabor de las tostadas con mermelada que comía cuando llegaba de la escuela. La voz del Chavo era inconfundible.

"Eso es del Chavo, no?", le pregunté, recuperándome del shock.
"Claro", dijo sin percatarse de mi asombro.

Y, sin embargo, eso iba a ser sólo la punta del iceberg. La conversación continuaba, y Lucio, sin pecar de repetitivo, dejaba entrever este ingenuo fanatismo que a mí me intrigaba.

Me interesé por su pasión por Chespirito y poco a poco me di cuenta de que no se trataba sólo de un lindo recuerdo de su infancia.

Lo llamativo no era que pudiera demostrar rápidamente que había visto todos los capítulos de la serie -aún los que sólo se dieron en México-, ni que se supiera de memoria la canción "Un año más", ni que pudiera recordar el verdadero nombre de todos los personajes... lo que realmente me admiró fue comprobar que para Lucio, El Chavo no era cosa de niños. Fue entender que El Chavo se actualiza día a día en su vida la cual -me atrevo a decir- se vuelve inconcebible sin la Vecindad.

Su apoyo al "Día Mundial de Tributo a Don Ramón (9/8)", es un claro ejemplo de que Lucio piensa al Chavo en tiempo presente, como quien no acepta dar por concluida una historia que lo marcó y lo hizo feliz durante mucho tiempo...

"Mi sueño sería viajar a Mexico y conocer la verdadera vecindad del Chavo. Lloraría 4 horas al lado del barril y después iría al otro patio a seguir llorando..." (Lucio dixit, -con algunas copas de más, pero no tantas-).

Pocas veces percibí una pasión tan verdadera y, a la vez, tan digna de admiración.

Ahora sé que la indiscutible genialidad de este famoso personaje de televisión no quedará defraudada gracias a gente como él.

¡Larga vida al Chavo! (¡y a Lucio!)

Es una vergüenza que esto esté clasificado en el sitio dentro del área de "Periodismo"

Descripción del aviso de empleo:

INCORPORAMOS MUJERES CON O SIN EXPERIENCIA PARA VIDEOCHAT EROTICO PARA ESTADOS UNIDOS Y EUROPA, NO SALE EN AMERICA LATINA. HORARIOS A CONVENIR, MUY ELEVADOS INGRESOS, . PODES TRABAJAR DESDE TU CASA O DESDE NUESTROS ESTUDIOS DE CAPITAL FEDERAL.

Fuente: Bumeran

Pequeñas y Medianas verdades

Abro esta nueva sección del blog, destinada a darle lugar a esas frases que, inadvertidas, nos acercan las verdades más verdaderas...

El romanticismo y la pelotudez, de lejos, se parecen.

(Peter Capusotto)

Comprobado científicamente

Las personas que guiñan el ojo cuando saludan, no son de fiar.

El 57% de la población le teme a la soledad

La encuesta que realizó el blog "sardinas-enlatadas" -sin grandes pretenciones de representatividad- arrojó resultados decisivos. Según la misma, más de la mitad de los habitantes le tiene miedo a quedarse solo. O mejor dicho, es lo que más lo asusta.

Hace unos días el diario Clarín -musa inspiradora del título del presente post- publicó una nota referida al tema, aquí algunos extractos:

La soledad, tan mala para la salud como el cigarrillo o el sobrepeso

Una revisión reciente de los estudios sobre el impacto que tienen las relaciones humanas en la salud llegó a la conclusión de que crecen 50% las posibilidades de supervivencia de la gente si pertenece a un grupo social más amplio, ya sea de amigos, vecinos, familiares o una mezcla de ambos. La asombrosa influencia de las conexiones sociales en el bienestar humano llevó a los investigadores a pedir a los médicos y funcionarios del área de la salud que tomen a la soledad de forma tan seria como otros riesgos para la salud , como el alcoholismo o el cigarrillo.

Los investigadores detectaron que estar solo y aislado resulta tan malo para la salud de una persona como fumar 15 cigarrillos por día o ser alcohólico. Es también tan dañino como no hacer ejercicio y el doble de perjudicial para la salud que ser obeso. El estudio fue publicado esta semana en la revista Plos Medicine (www.plosmedicine.org).

Como siempre, el pueblo no se equivoca.

El mayor problema va a ser desechar del inconsciente colectivo la idea de que "mejor solos...".

¿Cómo ganarse un café en Starbucks?

Con el permiso de Julio y de Solitaria, acerco las siguientes instrucciones...

1) Procure tener un buen día, esos en los que la gente alrededor no resulta una molestia.

2) Ingrese al local y deje que el olor a café se interponga a sus convicciones anti-imperialistas.

3) Salude al cajero amablemente. Sea simpático.

4) Compruebe que el muchacho desea seguir hablando y concédale el gusto.

5) Comente el rechazo que le causa la política de Starbucks. Incrépelo un poco.

6) Cree el clima para que el empleado se sincere y logre una confianza inédita en pocos segundos. Interésese y charle.

7) Ubíquese nuevamente como cliente y haga su pedido.

8) Intente pagar. Insista una vez más y deje que el empleado le invite el café.

10) Concédale el derecho a saber su correo electrónico.

11) Piense: ¿mi mail vale un café alto?

12) Respóndase afirmativamente.

La imagen del día

En la esquina de mi casa, tipo 2 de la tarde, tuve la ¿suerte? de encontrarme a un señor de no más de 35 años, muy tierno, cumpliendo el papel de padre y llevando en cochecito a su pequeña hija.

Vestía una campera de esas a las que le dicen "gordas" y en el cuello, una bufanda.

Hasta ahí todo normal para un jueves de 5º de sensación térmica.

El horror llego después, cuando advertí que abajo de la campera llevaba unas bermudas por arriba de la rodilla y lo peor... en los pies... ¡ojotaaaas!

Fue instatáneo que pensé en decirle "vos así un día te vas a morir". Pero tenía mucho frío como para sacarme el pasamontañas...

Cosas que sólo Capusotto puede lograr

Sardinas Enlatadas dice:

"Desopilante, irreverente.
Una película muy peronista"

(nunca viste a Victor Hugo así)