viernes, 11 de junio de 2010

Nada puede malir sal...

Sucesión de hechos catastróficos en menos de 3 minutos:
Dejo un pulmón corriendo el bondi, estoy a punto de tocarle la puerta y se va.
Me ubico en la parada, preparo las monedas y se me cae una en el agua sucia.
Viene el segundo colectivo, me subo y la máquina reclama que faltan 10 centavos.
Me interno en la búsqueda por los bolsillos de esa monedita, el bondi dobla, no encuentro nada de qué agarrarme y me caigo encima del pibe de atrás que me ataja como puede.

Lo más llamativo es que no me cedieron el asiento por discapacitada mental.

6 comentarios:

  1. JAJAJAJA AHORA LE DICEN NO TENIA DE QUE AGARRARME JAJAJA
    SOS GENIAL TE EXTRAÑO!

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  2. jjajaja
    "cosas que solo a vos te pasan, por estar viva"

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  3. Genia. Siempre son difíciles los últimos días de un año que se va. Pero en todo caso es un augurio de que el que viene será mejor.

    http://poruncaminoangosto.blogspot.com/

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  4. Con esa suerte, un viaje en subte de seguro terminaba en una placa de crónica jaja!

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  5. bueno che, a vos no te viene bien nada...encima que te dan el asiento.
    Debo reconocer que, como es obvio, me sentí bastante identificada con tu sucesión de hechos catastróficos que, en definitiva, son causa de nuestra torpeza innata (esto sumado a una ridiculez indisimulable).

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  6. No!! no me lo cedieron!
    Y sí, somos indisimulableeeeees

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