sábado, 24 de julio de 2010

Reflexiones sobre la siesta y sus vericuetos

Desde que se hizo costumbre en mi vida que mi jornada estudio-laboral comience varias horas antes de las 11 de la mañana, no puedo entender a la gente que afirma no poder dormir siesta.

Fui recolectando algunos de los argumentos más escuchados, y aquí mismo me propongo refutarlos. Créanme, estoy intentando hacerles un bien.

1) Nah. Ni da.
Lamentablemente me he cruzado con estos especímenes de personas que creen que la siesta puede evaluarse usando los conocidos parámetros de lo cool, lo in, o lo fashion, y creen que, justamente, la misma no se encuentra dentro de estos incomprensibles límites. Ok. De todas formas, el problema es que así solo, ésto no constituye un argumento, sólo es parte de un palabrerío infantil sobre el cual no creo que valga la pena siquiera detenerse a refutar.

2) Me levanto más cansado de lo que estaba antes
Ahora empieza a ponerse un poco más interesante el asunto. Comprendo lo que sostienen y aquí el inconveniente no es la incompetencia (como quizá sí en el punto 1) sino, más bien, la inexperiencia. Es clave saber que para que una siesta adquiera su correspondiente estatuto, es imprescindible que la misma dure no menos de 2 (dos) horas reloj. Estén seguros de que cuando se logra tomar una verdadera siesta, NUNCA se está más cansado que antes. Los desafío.

3) Pienso que estoy perdiendo horas de vida
Falacia. No las estas perdiendo, ¡las estás recuperando! Cuando uno duerme a la tarde, se asegura llegar a las 22 hs. mucho más despierto, activo y feliz para poder realizar la actividad nocturna que desee. De lo contrario, el sueño irrumpe sin permiso obligando a dar por finalizado un día que, quién dice no se tenía alguna sorpresa guardada para la noche.

4) No, prefiero estudiar a la tarde y dormirme temprano
Y acá, por fin, voy a hablar de la calidad. Con sueño, todo, absolutamente TODO, se hace más lentamente. La siesta no sólo brinda placer en el mismo momento en que se la está tomando, sino también después, ya que suma precisión a todos los sentidos, y sobre todo, facilita la concentración. Bien dormido se está bien despierto, diría alguna publicidad de pastillas contra el insomnio.


Y para terminar, me despido con una frase del pseudofilósofo Cosmo Kramer usada como respuesta ante el cuestionamiento de George sobre su tendencia a dormir en cualquier momento y lugar:
"Disculpa hermano, yo no contradigo a mi cuerpo"

4 comentarios:

  1. 1. fuera el famoso "día del amigo"

    2. el que dice que no puede dormir siesta es porque nunca la probó
    es un viaje de ida...

    aún que personalmente no duermo siesta por otra razón; sigo de largo hasta el otro día


    :)

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  2. ¿Siesta está? Sí está! Entonces mueva, mueva, mueva siesta mueva!

    En resumen,
    Siesta: si está, existencia perfecta.

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  3. me indigna la 2. Les preguntaría a todos aquellos anormales que opinan así... O sea que dormir (DORMIR!) te cansa mas que hacer algo? Es joda?

    Ya lo dice una vieja canción (?) "siesta, que fantástica, fantástica esta siesta"

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  4. Me declaro fanática de la siesta. ¿Quién pudiera dormir una horita aunque sea todos los días a la tarde y levantarse justo para tomar la merienda?

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