viernes, 30 de julio de 2010

Siempre puede ser peor

3 sardinas opinaron
El otro día me enteré que existe algo aun más decadente que la publicidad de Activia:
la publicidad de Activia de Chile.

Tránsito lento ya es una grasada. Pero decirle "intestino peresozo" a... se fueron al carajo.

miércoles, 28 de julio de 2010

Si Jenny puede, Nacho también

7 sardinas opinaron
En el momento en el que una mujer embarazada decide llamar a su hijo Ignacio, sabe que todo su grupo de pertenencia (le guste o no) lo va a llamar, naturalmente, Nacho. A menos que le interponga el prefijo "Juan", el niño va a ser indefectiblemente apodado de esa manera. Sin escapatoria hasta el momento conocida, asimilará dicho sobrenombre y lo utilizará para responder a la pregunta "cómo te llamás?", en la mayoría de los casos, sin importar su procedencia.

Por eso es que sostengo tan insistentemente que Nacho, es mucho más que un simple sobrenombre amistoso. Y porque es más que un cariñoso apodo, no es justo que esté a la misma altura que un Gaby, un Seba o un Romi.

¿Qué lo diferencia del resto?

- Para decirle Nacho a alguien no hace falta tener confianza y no es necesario conocerlo en demasía o querer caer bien.
-Un Nacho nunca creerá que alguien intenta faltarle el respeto por llamarlo de ese modo, aún si se tratara de un subordinado.
- Cuando alguien se enoja con un Nacho, puede mantener el apodo para dirigirse a él, cosa que no pasa con los demás apodos, utilizados más asiduamente en momentos agradables.
- Nacho siempre es Nacho: a los 3 y a los 68 años también.

Por eso, si Freddy, Jenny y Connie ya son aceptados por el Registro Nacional de las Personas, creo de suma urgencia que el seudónimo Nacho evolucione, cambie de estatuto y se transforme en un nombre hecho y derecho, sin deberle nada a nadie.

Además de ser una medida en defensa de los derechos de los sobrenombres con deseos de independizarse, analizar sus consecuencias alienta todavía más el proyecto. A continuación especificaré sólo algunas de ellas:
1) Evitaríamos madres disconformes y decepcionadas por haber elegido un nombre que a nadie le importa
2) Evitaríamos grandes traumas de doble personalidad, ya registrados en niños Ignacios de distintas edades
3) Recuperaríamos el nombre Ignacio. Al existir por separado "Nacho", dejaría de tener sentido renombrar a un Ignacio de ese modo.
4) Sentaría precedente para cualquier otro apodo que quiera independizarse de su nombre de referencia. Hay rumores que indican que los sobrenombres Maru y Ricky estarían interesados...

Matrimonio igualitario, fútbol para todos, ley de medios... sólo falta esto y me declaro oficialista.

martes, 27 de julio de 2010

10 giladas antes de morir

2 sardinas opinaron
A continuación detallaré una lista de las 10 cosas que me gustaría hacer antes de dejar este recalentado mundo. Lejos de que alguna de ellas provoque un cambio que siquiera se acerque a lo significativo, me conformaré con dar un merecido lugar a estas pequeñas e incomprensibles cosas que colorean este pasar tan pastel.

1) Agarrar y besar a alguien sin aviso ni chamuyo previo. La idea es que no se lo espere ni por casualidad. Puede ser alguien desconocido.

2) Subirme a un escenario y hacer algo. Condición: tiene que ser frente a una cantidad de público considerable.

3) Preguntarle al empleado del mes de Mc Donalds qué se siente ser la cara más evidente del capitalismo salvaje (sin reirme).

4) Dejar un mensaje agresivo (pero no tanto para que puedan leerlo al aire) en la radio Vale 97.5, burlándome de sus trilladísimas consignas diarias para opinar. Parecer ofendida y sostener que subestiman a sus radioescuchas.

5) En el colectivo, cederle el asiento a un hombre de menos de 50, y así faltarle el respeto a todas las normas sociales establecidas y naturalizadas (englobadas en el concepto de caballerosidad). Hacerlo de tal forma que éste lo acepte.

6) Mantener una conversación bien superficial con algún palermitaño en un boliche y después rebotarlo argumentándole que es "groseramente concheto".

7) Sorprender a alguien tirando algún papel en la calle, levantarlo, seguirlo hasta devolvérselo diciendo "creo que se te cayó algo". Irme sin dar más explicaciones.

8) (En cualquier lugar público) Ponerme a leer algún libro, diario, carta, etc. y justo cuando el de al lado intenta disimular el relojeo esperable, pararlo en seco e increparlo. Tratarlo de chusma. Después de un rato comentar la lectura con él.

9) Caminar por la calle riéndome sin razón alguna. Luego, registrar los efectos producidos en los demás.

10) Dar con un/a fachista y defender irónicamente la figura de Macri. Llegar a las escuchas, minimizar su culpabilidad y decir que, hoy en día, procesan a cualquiera. También registrar los efectos.

Claramente ninguna tiene sentido trascendental alguno, y eso me gusta.
En cuanto me anime con alguna, les cuento...

sábado, 24 de julio de 2010

Reflexiones sobre la siesta y sus vericuetos

4 sardinas opinaron
Desde que se hizo costumbre en mi vida que mi jornada estudio-laboral comience varias horas antes de las 11 de la mañana, no puedo entender a la gente que afirma no poder dormir siesta.

Fui recolectando algunos de los argumentos más escuchados, y aquí mismo me propongo refutarlos. Créanme, estoy intentando hacerles un bien.

1) Nah. Ni da.
Lamentablemente me he cruzado con estos especímenes de personas que creen que la siesta puede evaluarse usando los conocidos parámetros de lo cool, lo in, o lo fashion, y creen que, justamente, la misma no se encuentra dentro de estos incomprensibles límites. Ok. De todas formas, el problema es que así solo, ésto no constituye un argumento, sólo es parte de un palabrerío infantil sobre el cual no creo que valga la pena siquiera detenerse a refutar.

2) Me levanto más cansado de lo que estaba antes
Ahora empieza a ponerse un poco más interesante el asunto. Comprendo lo que sostienen y aquí el inconveniente no es la incompetencia (como quizá sí en el punto 1) sino, más bien, la inexperiencia. Es clave saber que para que una siesta adquiera su correspondiente estatuto, es imprescindible que la misma dure no menos de 2 (dos) horas reloj. Estén seguros de que cuando se logra tomar una verdadera siesta, NUNCA se está más cansado que antes. Los desafío.

3) Pienso que estoy perdiendo horas de vida
Falacia. No las estas perdiendo, ¡las estás recuperando! Cuando uno duerme a la tarde, se asegura llegar a las 22 hs. mucho más despierto, activo y feliz para poder realizar la actividad nocturna que desee. De lo contrario, el sueño irrumpe sin permiso obligando a dar por finalizado un día que, quién dice no se tenía alguna sorpresa guardada para la noche.

4) No, prefiero estudiar a la tarde y dormirme temprano
Y acá, por fin, voy a hablar de la calidad. Con sueño, todo, absolutamente TODO, se hace más lentamente. La siesta no sólo brinda placer en el mismo momento en que se la está tomando, sino también después, ya que suma precisión a todos los sentidos, y sobre todo, facilita la concentración. Bien dormido se está bien despierto, diría alguna publicidad de pastillas contra el insomnio.


Y para terminar, me despido con una frase del pseudofilósofo Cosmo Kramer usada como respuesta ante el cuestionamiento de George sobre su tendencia a dormir en cualquier momento y lugar:
"Disculpa hermano, yo no contradigo a mi cuerpo"

martes, 20 de julio de 2010

Reflexiones de 20 de julio

10 sardinas opinaron
Ya sé que voy a parecer una ortiva, una zurdita en contra de todos los días comerciales o una persona con dificultades para sociabilizar. Pero no me importa.
Quiero hacer público mi desagrado al Día del Amigo, por más mala onda que suene.
Es que, en serio, el 20 de Julio obliga, no pregunta. El tipo agarra y te dice, LOCO, SI NO SALÍS CON TUS AMIGOS, SOS UN MALDITO INFELIZ ASOCIAL.

¿Y por qué la agresión? Es martes, uno trabaja, estudia, o no hace nada pero quizás no tiene ganas más que de mirarse una peli antes de dormir y no hablar con nadie. Y no puede. Definitivamente si el día del amigo uno opta por ello no sólo va a ser repudiado por su grupo de pertenencia, lo más grave será que un sentimiento de depresión y culpa se apoderará de su ser, y lo convencerá de que uno no es más que un perdedor, sin amigos ni nadie que lo aprecie.

Terrible.

Y después los bemoles.

Siempre está el/la flaco/a que el día del amigo quiere "hacer algo diferente".
Y salta con cosas del estilo:

"Che, y si vamos a Temaikén. No, pero no al de Escobar, a uno que queda más en la concha de la lora aún, pero dicen que te dejan bajar del micro y simular ser presa viva de los tigres de Bengala"

Y claro. En el momento en el que este/a flaco/a intenta insinuar que te pidas el día en el laburo, vos ya estás seguro de que el 20 de julio es una cagada.

Como todo plan que intenta transformar lo establecido, termina en la nada.

Todo eso para que al final, uno haga lo de siempre...una pizza y una cerveza con amigos. Sólo que también con 2 millones de personas alrededor haciendo exactamente lo mismo.

sábado, 17 de julio de 2010

Adios

3 sardinas opinaron
Se disolvió
como si el amor fuera un terrón de azúcar. Como si fuera tan sólo eso. Un puñado de sal. O un montón de burbujas.
Como un cajón se cerró
como si no doliera la oscuridad. Como si alguien tuviera derecho a decidir cuándo escribir el final de una historia de dos.


Y con la esperanza de impedirlo nos quedamos solos
como si no nos importara. Como si la tristeza durara sólo un rato. Como si existiera algo más en la vida que encontrarnos.

Como si supiéramos a quién culpar...

sábado, 3 de julio de 2010

Cosas que no entiendo

3 sardinas opinaron
Está todo claro. Los alemanes fueron superiores, Otamendi pateó más piernas que pelotas, el primer gol nos desestabilizó y el segundo terminó por arruinarnos.

Lo que realmente no entiendo es.. Vignolo, decime algo, ¿cómo hiciste para no putear ni una sóla vez en 92 minutos?

viernes, 2 de julio de 2010

renuncia voluntaria

0 sardinas opinaron
embebida en el anhelo de ansiarte
envuelta en las llamas de tu lejanía
inmersa en el mar de los recuerdos
rotos e inútiles de tu presencia,
me rendí.
ahora simplemente suspiro
y ya no te espero.